Hace unos días pase por el eje central donde se encuentra el inmueble que ahora poco a poco va siendo presa del olvido y del descuido, pero por muchos años fue la fortaleza del cine porno en donde se exhibían una gran variedad de películas XXX con su respectiva permanencia voluntaria e incluso, según dicen, si ibas solo te encontrabas acompañante. Como niño era todo un hito entrar, así podrías ver eso que tus papás nunca te dejaban, aunque todos tenían sus reservas sin olvidar todas las leyendas que de él se decían (como la de los asientos pegajosos). Siempre que pase frente a él me daba curiosidad entrar y por lo que veo esa curiosidad se quedará en mí ya que los nuevos medios de comunicación han tomado otra víctima ante la facilidad que producen unos cuantos clics y en donde es tan sencillo crecer varios años en unos segundos para tener libre acceso a cualquier contenido.
¿Cuál será su futuro? no dudo que será demolido o adaptado para crear una plaza más en la cual se podrá encontrar toda clase de fayuca china.
Descansen en paz todas las manos amigas.

