¿Castigo divino?

Estos días en esta ciudad han sido por demás interesantes. El sábado pasado estába con mi familia festejando el cumpleaños de uno de mis primos. El ambiente era extraño, todos comentaban sobre la epidemia, aunque no había paranoia se sentía cierta tensión en el ambiente. Bromeaban, restándole importancia, pero todos escucharon atentos el mensaje del Secretario de Salud en el reporte especial de la noche. O tal vez sólo era yo. Hoy para colmo el temblor.

Ayer me puse a chismosear en el llutub los comentarios en un videito sobre la influenza. Y no me sorprendí de los comentarios xenofóbicos, (que he visto hasta en el Me duele la cara de ser tan guapo). Fue muy gracioso leer un comentario que decía más o menos así: "Los chilangos se merecen eso por aprobar una aberración como lo es la ley pro-aborto" y el típico "haz patria, mata un chilango". Y vienen de todos lados, de gente de otros estados y países (los argentinos se ven mucho). Y la verdad me enojan esas eternas discuciones acerca de quién es mejor, que si un chilango, que si un regio, que si un argentino, un español... las peleas son interminables y se llenan de insultos, y lo peor es que son derivadas de cosas tan superficiales como si un grupo musical es español o colombiano, o si los argentinos son más guapos que los mexicanos (jaja y los mexicanos todos heridos del ego). Bueno, pero me estoy desviando. En la necesidad de encontrar un culpable de esta epidemia (que si cortina de humo, que si la trajo Obama, que si nos convertiremos en zombies) el Castigo Divino ha sido multicitado. Mucha gente cree que lo merecemos (no se si incluirme está bien, yo no estoy enferma :P), y para ayudarles a su teoría hoy hubo un sismo.

Fue una imagen muy interesante, hoy estuve toda la mañana en la clínica del Seguro Social víctima de un dolor de muela. No había mucha gente con el dentista, supongo que todos se preocupan más por un poco de fluido nasal y un dolor de cabeza. Como tuve que esperar muuuucho tiempo por la atención médica (más de lo normal, regularmente hay 4 dentistas, hoy sólo había uno), pues aproveché para escuchar un rato el radio. Me agobié porque en tooodos los programas comentaban la epidemia, creí que necesitaba un respiro, que pasara otra cosa. Me encontraba yo no muy feliz sentada en la silla del dentista aliviada de no haber sentido todo el dolor para el cual ya me había preparado mentalmente. El dentista salió del consultorio y yo me quedé mirando la lámpara sobre mi cara... y se tardó más de lo normal en dejar de moverse.

Luego el doctor muy amable entró para decirme que saliera porque estaba temblando y que no me asustara, jeje creo que él estaba más asustado que yo. Bajé las escaleras rodeada de gente paniqueada por el temblor y que paniqueada usaba cubrebocas. El pánico fue doble. Estuvimos afuera un rato mientras revisaban el edificio. Después subimos y el doctor terminó de urgar en mi boca.
No se si soy irresponsable, o es que no entiendo el pánico de las personas porque yo no viví el terremoto del 85 (bueno, era una célula dentro del cuerpo de mi madre), o es sólo que tengo la habilidad de mantener la calma, pero nunca me han asustado los temblores. Pero se que varios podrían pensar que nos llueve sobre mojado.

¿Seremos los chilangos víctimas de un castigo divino?